MÉTODO

La metodología y el cronograma de trabajo se ajustarán a la realidad de cada Empresa Familiar, considerando factores como el número y la residencia de los miembros, la calidad de las relaciones entre familiares, la existencia de acuerdos previos, el nivel de formación de los accionistas actuales y futuros, los estilos de liderazgo, y la vigencia de los órganos de gobierno entre otros aspectos.

Una vez realizado el diagnóstico y habiendo identificado los principales drivers de transformación, implementamos una metodología simple para impulsar el desempeño eficaz del Sistema de Gobierno adecuado.

Integración de los procesos de gobierno

El camino hacia la profesionalización del gobierno de la Empresa Familiar comienza con un paso clave: acordar de manera transparente “las reglas de juego” que permitan armonizar las expectativas de la Familia Empresaria con las necesidades de la Empresa. Ese acuerdo inicial abre la puerta al proceso de transformación.

Los órganos de gobierno —tanto de la empresa como de la familia— cumplen un doble rol: ser espacios de comunicación clara y oportuna, y al mismo tiempo, ejercer la autoridad necesaria para tomar decisiones efectivas. Su consolidación es progresiva y requiere de una cierta formalidad y de la disciplina necesaria para afianzar las prácticas que aseguren el buen desempeño.

Con el aprendizaje incorporado, los beneficios son concretos: un sistema de gobierno adaptado a la realidad de cada familia y empresa aporta claridad a la toma de decisiones, alinea a todos con un propósito común, refuerza la competitividad y consolida logros. De esta forma, la Empresa Familiar no solo garantiza su continuidad, sino que se proyecta con solidez hacia las próximas generaciones.